Un texto corto de 1924 sobre el concepción de lucha de clases en anarquismo. Teodoro Antilli era un militante de FORA.
Parécenos que debemos explicar en toda su amplitud nuestra idea de “lucha social”, contrapuesta a la idea: “lucha de clases”. Entendemos que va entre ellas la diferencia que hay de lo amplio a lo restringido, de lo eterno a lo pasajero. Es un índice para comprender acciones de magnitud diferente. De hecho, quien se cierra en la lucha de clases está poco habilitado para comprender una lucha social amplia. El hombre se encuentra hoy entre dos clases eminentes que luchan: una por imponer, la otra por no dejarse imponer. La primera posee el mundo, la segunda no posee nada. De la primera son los derechos, y de la segunda los deberes. A cualquiera de ellas que pertenezcamos, estamos obligados a sostener sus derechos o a realizar nuestros deberes. Pero, como se ha dicho, la lucha se ha definido. De abajo se ha dicho: “no más deberes sin derechos”, y esto habrá de originar la caída del hermoso mundo de arriba, fundado sobre este principio: “derechos sin deberes”... No hay que olvidar que, cuando quiérese graficar a los de abajo con la caridad, sostiénese lo mismo: que esto es una merced sin obligación, la espontaneidad de una bella alma, pero continúa todo el derecho sin deberes. En efecto: quien me compra mi campo adquiere derechos de propietario, pero no le queda deber ninguno para ninguno de los otros que no tiene nada. La religión hácele entonces a él una bella alma, y así aquel alcánzale un cobre de dos centavos a un mendigo que se atrevió a golpear su puerta, y que éste debe besar, agradeciendo la limosna sin obligación del rico... Sostiénese un derecho sin deber, o solamente con un mínimo deber moral para el hombre religioso, -lo cual no significa ningún derecho para el mendigo.
Bien, pues. Llegados a este punto hay que definir si se trata solamente de una lucha de clase, o si será preferible embarcarse en una lucha social de una naturaleza humana y superior. Si entiendo como una lucha de clase, con mi victoria será bastante. Yo lucho contra los poseedores y los capitalistas. Si me reúno con otros obreros como yo, y formo por ejemplo una cooperativa, para nosotros la lucha de clase habrá desaparecido: seremos vencedores, como en realidad afirman los cooperativitas y los socialistas. El estado social, sin embargo, no ha cambiado, y para nosotros cesa la lucha de clases sólo porque nos hemos hecho capitalistas, socios internos de un negocio que realiza su explotación afuera, haciéndonos a todos en igual grado explotadores, en vez de estar divididos: unos en explotadores, y otros en explotados... Sí, corriendo toda la romana, en el orden social entero, entiendo también “lucha de clases”, entonces bastará con la dictadura de mi clase sobre la otra, -con lo cual habré vencido igualmente.
“Lucha social” como la entendemos nosotros, no es solamente que se dirija a la revolución y a extinguir la existencia burguesa: es también en lo social que entendemos lo “sociable”, la eliminación de toda imposición, especialmente política, de un hombre sobre otro hombre; vemos a la humanidad luchando desde infinitos siglos por darse una verdadera sociedad libre; entramos en este torrente, y así, con tal amplitud, entendemos todo, y principalmente la Revolución. Lucha social es, pues, cosa humana amplia; no sólo se dirige a cambiar la sociedad, sino que ésta sea sociable con los hombres, elimine toda causa de opresión o tiranía, sea una verdadera libre sociedad...
Toda amplitud encuéntrese en el término “lucha social”, cuando es dicho por nosotros. Y queremos que se tenga en cuenta, para no confundir con una lucha de clase llevada a la Revolución. Llevamos a la Revolución una lucha social también... La lucha de clase llevada a la Revolución, tiene por fin la “dictadura del proletariado”. La lucha social llevada a la Revolución, tiene por fin la libertad de la humanidad, ennoblecida en todos sus miembros.
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